Hace unos meses, un vecino de
Morón escuchó unos aullidos que provenían de un contenedor, cual fue la sorpresa
cuando descubrieron que se trataba de un perro ensangrentado arrojado dentro de
un saco a la basura.
Se trata de un caso que creó
mucha polémica en su día en redes sociales por lo dantesco de las imágenes,
pero aunque parezca un hecho aislado, no es el único.
En España, es algo muy habitual
el tratar como parte mas de la basura a nuestras mascotas, camadas enteras de
cachorros, perros adultos, y ancianos.
En la mayoría de ocasiones, los
vecinos son testigos de estos hechos pero no quieren denunciar ni siquiera
colaborar en su identificación para elaborar la denuncia.
¿Cómo puede ocurrir esto? ¿Cómo
podemos dar el mismo tratamiento a un compañero y amigo que a un paquete
vacío una botella? ¿ Cómo somos capaces
de ocultar y ser cómplices de estas aberraciones?
La frase que nos inspiró para
ponerle nombre a nuestra Clínica veterinaria hace honor a una realidad en
nuestro país:
“La grandeza de una nación y su progreso moral pueden
ser juzgados por la manera en que se trata a sus animales”