La procesionaria, es un tipo de oruga que prolifera al
comenzar la primavera. La especie que más abunda en España, es Thaumatopoea pityocampa, vulgarmente llamada “procesionaria del pino” por su forma de
trasladarse en hilera o procesión.
Al final del verano,
la mariposa pone los huevos sobre las agujas del pino, y alrededor del mes,
salen las larvas que empiezan a alimentarse y a construir sus nidos. Presentan
aspecto de bola de algodón blanquecino-grisácea, y se suelen localizar en las
ramas altas de los pinos. Cuando las condiciones climáticas son favorables (tª
>10ºC), las orugas salen del nido, bajan a través del tronco, y forma largas
filas recorriendo los pinares.
Estas orugas, presentan sobre el dorso, unos pelos que
contienen en su interior una sustancia tóxica denominada taumatopeína. A su
vez, los pelos están provistos de puntas dirigidas hacia fuera, de manera que
actúan como auténticos arpones, clavándose sobre las superficies corporales.
Para que la toxina sea liberada, el pelo se tiene que romper. El efecto sobre
el perro, suele ser directo al llamarle la atención la hilera en movimiento y
chupar o tocar la oruga.
Se ven más afectados
los cachorros, pero pueden padecerlo animales de cualquier edad, e incluso
nosotros mismos. El pelo urticante de la oruga, se clava en la piel y libera la
toxina, dando lugar a una reacción alérgica que provoca eritema, inflamación y
picor. Las zonas donde normalmente aparecen las lesiones, son las faciales
(labios, lengua, trufa y cavidad oral), aunque puede aparecer en cualquier
parte del cuerpo. Dependiendo del grado de contacto del animal con la oruga,
los síntomas, serán de mayor o menor gravedad, desde un enrojecimiento leve, a
una inflamación aguda, que oprima la laringe y pueda provocar asfixia. Lo que
en un momento agudo apareció como enrojecimiento e inflamación, se va
necrosando con los días, provocando la pérdida de parte de la lengua o la boca.
-El año pasado esto
fue lo que le pasó a nuestra amiga Kira, mientras paseaba cerca del pantano de
Baños, como buena bretona le pico la curiosidad esa “fila” que se movía.
Lamentablemente no fue lo único que le picó, la pobre Kira, sin saber lo
peligroso que era, cogió unas cuantas orugas con la boca, automáticamente esto
le provocó dolor echando todo lo que había cogido, pero ya era tarde. Sus
dueños alarmados por lo que habían visto y por como se encontraba la perra, la
trajeron inmediatamente a la clínica-
Lo primero que se debe hacer en estos casos, es lavar la
zona con abundante suero fisiológico o agua templada, y acudir a un veterinario
urgentemente. Para prevenir estos accidentes, hay que evitar que nuestros
perros merodeen por zonas con pinos en los que se observen nidos, y fumigar/
destruir los pinos afectados si están en nuestra propiedad.
-Kira fue ingresada
tras lavar la cavidad oral y medicada para reducir su sufrimiento. Kira ha sido
la perra que peores lesiones ha presentado por la procesionaria desde que abrimos
y permaneció ingresada durante una semana, una vez las lesiones empezaron a
cicatrizar pudó irse a casa, y a día de hoy, con menos de la mitad de la lengua
es una perra muy feliz que dejó atrás esta mala experiencia-
MUCHO OJO ESTA PRIMAVERA!!